“Arrepiéntase” ¿Cuántas veces escuchó esta orden? Posiblemente un buen número de veces desde que puede recordar. Sin embargo, tal vez en lo profundo de su corazón, desearía saber qué es, realmente, el arrepentimiento.
Para algunas personas, arrepentirse por algo es sentirse apenado y luego decir: “lo siento”. Para otros, es hacer una serie de ritos religiosos con el propósito de ver si acaso pueden ganar el corazón de Dios y que él los perdone.
Evidentemente el arrepentimiento incluye el hecho de reconocer un error, y a esto llamamos convicción, porque Dios es quien convence de pecado al pecador, y cuando éste responde a la convicción de Dios, entonces confiesa. En el lenguaje original de la Biblia, la palabra “confesar”, significa estar de acuerdo, o aceptar, lo que Dios dice acerca de un asunto.
También debemos reconocer que el arrepentimiento incluye una emoción, y esta es, el sentirnos mal por lo que hemos hecho. Entonces, pedir perdón a Dios es indispensable para recibir Su perdón.
Pero algo que a veces olvidamos, es que el arrepentimiento debe incluir un cambio de dirección. Por ejemplo, la Biblia dice “el que hurtaba, no hurte más, sino trabaje con sus manos…” (Efesios 4.28-30). Esto significa que el arrepentimiento no es sólo expresar remordimiento, sino que es un cambio de actitud. Si acepto la verdad de que robar es pecado y tiene sus consecuencias, entonces también aceptaré la verdad de que estar arrepentido por robar requiere no hacerlo otra vez.
Tal vez, has cometido pecados delante de Dios tales como: la fornicación y el adulterio, o no puedes dejar las bebidas alcohólicas, o las drogas, el robo, y otros vicios que te esclavizan. O quizá pecas perdiendo el control de tu conducta, o infringiendo las leyes. Sin duda sabes que estás haciendo algo malo, y aunque tratas de ocultarlo, excusarlo culpando a otros, o tratando de convencerte que al final de cuentas “todos lo hacen”, en tu interior sientes que debes cambiar…pero no puedes.
Amigo, si te arrepientes de verdad delante de Dios, si le confiesas directamente a Él que eres pecador y estás dispuesto a dejar el pecado con la ayuda de Dios, Él te ayudará a cambiar la dirección en la que llevas tu vida. Pero es to sólo es posible con el poder que da Dios cuando nos entregamos a Jesús.
Debes saber que tus problemas y tus crisis llegan a un punto de no retorno, y ese el momento de desesperación cuando, como muchos decimos: “tocaste fondo”, y Dios usa ese momento para decirte: “Ven a mí”.
Arrepiéntete y ven a Cristo hoy.