Una de las características que he notado en muchas personas que vienen a consejería, es la falta de atención que ponen al cuidado de su salud física, emocional y espiritual. Esta semana vemos como la salud emocional puede afectar la salud integral.
La salud emocional
¿Cuánto tiempo hace que no visita a un consejero cristiano profesional? ¿Le parece una pregunta absurda? Comprendo su reacción. Sin embargo, esta es otra medida preventiva que le evitaría muchos problemas. Las emociones afectan el sistema inmune para mejor o peor. Descubrir las emociones negativas puede ayudarle a sanar las causas de muchas enfermedades físicas. ¿Desea un ejemplo? El Dr. David Levy dijo: “La amargura es como un ácido que se come las paredes de su contenedor.” La amargura y el rencor conducen a varios trastornos psicosomáticos. Un buen consejero está para ayudarle a vivir mejor. Él, o ella, pueden diagnosticar desórdenes emocionales y de la personalidad, los cuales dañan su salud, y corregirlos a tiempo.