Hablemos un momento acerca de la soledad. Hay personas que se sienten solas porque viven solas; pero también hay personas que se sienten solas aunque vivan con mucha gente en su hogar. ¿Qué es la soledad? Podemos decir con confianza que la soledad es más un sentimiento que una circunstancia en la vida. Sentirse solo es triste. Dios nos ha creado como seres relacionales, por eso es natural desear la compañía de otras personas. Bueno, ya me imagino lo que alguno de ustedes está pensando: “Más vale solo que mal acompañado”, como dice un viejo refrán. Sin embargo, no podemos aplicar ese refrán como una fórmula para todos, ni siquiera para los que están mal acompañados. La verdad es que todos necesitamos a otras personas, y ellos nos necesitan. Por eso el sentirse solo en la vida es algo que duele bastante. Mi amigo oyente, hoy usted se siente solo, quiero que sepa que en realidad no lo está. Hay alguien que le ama más que nadie y está esperando ser su amigo. Jesucristo dijo: “Al que a mí viene no le echo fuera.” ¡Qué maravillosa invitación! ¡Usted puede tener al mismo Hijo de Dios como su mejor amigo en este momento! Invítelo a entrar en su corazón.