¿Así que perdió el trabajo, o conoce a alguien que ha perdido el trabajo? Lo siento, es una de las experiencias más dramáticas de la vida. La pérdida del trabajo suele ser traumática, especialmente para los hombres, pues gran parte de su identidad proviene de lo que hacen. Si su esposo ha perdido el trabajo, en este momento su rol como esposa puede llegar a ser muy especial, y al mismo tiempo muy delicado. Cuando un hombre pierde el trabajo está más sensible a las palabras de su esposa, tanto a las positivas como a las negativas. De manera muy especial, el hombre sin trabajo está muy sensible a las quejas o al lamento de su esposa, quien probablemente ahora se siente insegura. Dios ha puesto en los hombres un sentido muy especial de ser los proveedores materiales del hogar, así que cuando pierden el trabajo, tienden a sentirse fracasados. Si usted es mujer y ha perdido su trabajo, también puede sentirse así, pero probablemente en un grado un poco menor. Es casi seguro que abrigue más esperanzas de conseguir otro trabajo. Cualquiera sea la situación, quiero decirle que hay esperanza. Dios ve por lo que están pasando. Ore pidiéndole que él intervenga. Todo es posible con Dios. Pídale que él le abra las puertas y él lo hará. Camine en esa fe y él responderá.