La pureza integral es una condición del alma que se manifiesta en todas la áreas de la vida incluyendo en la personalidad, en la conducta, en todas nuestras actitudes y decisiones y en nuestra relación con Dios. Tiene consecuencias en nuestras vidas y ayuda a mantener sana tu vida mental y emocional.
La pureza integral también se manifiesta en tus relaciones personales. ¿Cómo escoges a quien permitirle la entrada a tu vida y por quién optas para servir contigo? Si lees bien el texto bíblico de 1ª Timoteo 5.22, el apóstol Pablo le dice al joven Timoteo: “Consérvate puro”, y lo hace en el contexto de una serie de instrucciones sobre la vida personal y laboral, algo que en el caso de Timoteo tenía que ver con la profesión del pastorado. A esas alturas, Timoteo no tenía mucha experiencia, y seguramente era tentador para él escoger a otros jóvenes inexpertos como él, o a cristianos demasiado nuevos para ser líderes en la iglesia. En el capítulo 3 verso 6 del mismo libro, Pablo le exhorta a no escoger líderes neófitos, o en otras palabras, “nuevos en la fe”.
Para un pastor joven como Timoteo, quien posiblemente atraería a otros jóvenes a la fe en Cristo, sería natural desear incluir a sus nuevos amigos en el liderazgo. Sin embargo, Pablo le recuerda que tal decisión podría ir en detrimento de la vida espiritual de esas personas y de la congregación. Hoy en día, tú debes aplicar ese principio a tu propia vida cualquiera sea tu situación. No tomes decisiones emocionales, sino inteligentes, cuando se trate de elegir tus relaciones personales. Esta es una manera de mantener tu pureza.